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- 26-09-2012 | Ocendi
La televisión en las aulas

tv en aula

Qué ven los estudiantes de primaria y cómo usarlo en clase

El siglo XXI ha supuesto muchos cambios para la humanidad y, como cabe esperar, la educación ha sido uno de los sectores en los que estos cambios más se han hecho notar. Vivimos en la sociedad del conocimiento, caracterizada, entre otros rasgos, por la rapidez de los cambios socioeconómicos (con sus consiguientes consecuencias sobre las necesidades de la población y las nuevas competencias que han de enseñarse en la escuela) y por los cambios de carácter sociocultural (interdependencia, reducción de barreras…), que plantean nuevos retos y exigen a los agentes educativos nuevas fórmulas para superar tales desafíos.

Esta sociedad del conocimiento, asentada sobre los principios del saber y la especialización, entiende el conocimiento como única vía posible hacia la prosperidad económica y la calidad de vida. Tal conocimiento es generado y desechado con una velocidad no conocida hasta ahora, lo que obliga a los individuos a estar continuamente formándose (educación a lo largo de la vida), hecho que ha ocasionado que nuestra sociedad sea conocida también como la sociedad del aprendizaje.

La Educación Primaria tiene como finalidad proporcionar a todos los alumnos una educación que permita afianzar su desarrollo personal y su propio bienestar, adquirir las habilidades culturales básicas relativas a la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura… así como el desarrollo de habilidades sociales, hábitos de trabajo y de estudio (Ley Orgánica de Educación, España, 2/2006).

Los jóvenes de hoy en día viven en un ambiente cada vez más poblado de pantallas, lo que supone cambios en las formas en las que acceden al conocimiento y lo almacenan, en las formas de pasar su tiempo libre, de enfrentarse a las dificultades…

Hay un abismo entre los estilos de aprendizaje que se cultivan con la escolarización formal y los que son característicos de las experiencias extraescolares de los niños, por ejemplo, los videojuegos y las redes sociales, que les asignan una posición activa. Además, pasan gran parte de su vida frente al televisor, viendo no solo programas y anuncios para niños, sino también para mayores. Por un lado, hemos de conectar con sus motivaciones y formas de relación y de obtención de información, pues de lo contrario, las experiencias docentes “formales” quedarán como una experiencia marginal en sus vidas. Y, por otro, hemos de ayudarles a desarrollar un espíritu crítico.

Nos encontramos ante una sociedad que gira en torno a la televisión y al mundo de la imagen. Actividades como la lectura, el teatro o las excursiones son sustituidas por la televisión, generadora de cultura y pautas de comportamiento. La televisión influye en todas las edades, pero de manera especial en la infancia y la adolescencia dada su incompleta formación social, ideológica, cultural y de valores. El niño pasa muchas horas delante del televisor y realiza sus primeros aprendizajes mediante la observación, imitación o experimentación y, en este sentido, la televisión actúa como instrumento que mediatiza e interpreta la realidad ofreciéndole todo tipo de modelos de conducta, entre ellos modelos antisociales o violentos que también puede aprender, fruto de una programación o selección de mensajes inadecuados para niños y adolescentes. Es aquí donde la familia tiene la primera responsabilidad para solucionar los problemas que provoca el poder de los medios de comunicación, educando en un uso responsable y crítico.

La escuela ya no cuenta con el monopolio de la educación de sus alumnos por lo que, ante este acusado fenómeno televisivo, se hace necesario que, desde nuestra posición como docentes, fomentemos en nuestros alumnos una “competencia televisiva” adecuada. Desde las aulas debemos formar telespectadores capaces de ver de forma crítica y creativa la televisión, provocando situaciones de diálogo, procesos creativos, pautas para la manipulación del medio, propuestas de confrontación de datos… Este acercamiento crítico a la interpretación que realizan de la realidad, y a los contenidos de todo tipo, ha de ser un presupuesto necesario para el trabajo en las aulas, lo que constituye no solo un recurso valioso desde el punto de vista del aprovechamiento educativo, sino también un requisito necesario más que nunca en el contexto mediático actual.

La escuela, tradicionalmente, dedicaba la mayor parte del tiempo al desarrollo de la expresión escrita: conocimiento de la ortografía, signos de puntuación, junto con ejercicios de lectoescritura y comprensión lectora. Sin embargo, la expresión y comprensión oral no puede dejarse de lado, por lo que, mediante ejercicios dinámicos donde prime el diálogo profesor-alumnos-compañeros, pueden desarrollarse las destrezas orales a través la televisión. Mediante este medio de comunicación pueden enseñarse aspectos como la adecuación pragmática (el contexto, la finalidad del mensaje y los destinatarios); la corrección gramatical (fonética, morfología, léxica, semántica y sintáctica) permitiendo que el mensaje sea coherente y pueda ser descifrado adecuadamente en el discurso oral formal; y, por último, aspectos paralingüísticos y no verbales, como tener una articulación clara, una adecuada pronunciación, el papel de la entonación, los gestos, etc., permitiendo que el auditorio esté atento al discurso y haciendo que el acto comunicativo sea efectivo.

Para ello, podemos trabajar con algunos de los géneros orales más frecuentes en la vida diaria, como la conversación o el debate. A través de la conversación se puede trabajar la estructura: secuencia de apertura (saludos, muletillas, llamadas de atención…); los temas, dependiendo del contexto y de los interlocutores; la alternancia de los turnos, los pares de adyacencia; los operadores del discurso; y secuencias de cierre. Y, en cuanto al debate, podemos trabajar el registro formal, siendo necesario que los alumnos conozcan la estructura de un debate, trabajando la presentación de tema por parte del moderador, una primera presentación del tema por parte de los interlocutores, el desarrollo de las argumentaciones en intervenciones solicitadas y reguladas en tiempo, y el establecimiento de las conclusiones del debate expuestas por el moderador y cada interlocutor.

De esta manera, trabajamos la colaboración entre los alumnos, así como la teoría de la relevancia, con sus cuatro máximas: cantidad (decir lo justo para transmitir una información determinada), calidad (el grado de veracidad del contenido del mensaje), relación (no decir lo que no venga al caso) y claridad (ser ordenado en el discurso y evitar la ambigüedad). Pueden seleccionarse fragmentos de programas de televisión con debates, entrevistas… para aprender los diferentes géneros orales y los malos y buenos usos.

Son muchos los programas de televisión que pueden usarse también para enseñar las diferentes variedades lingüísticas (diatópicas, diastráticas y diafásicas).

Pero, primeramente, es necesario conocer qué ven nuestros estudiantes, en este caso los de primaria, como comprobaron mis estudiantes de la Universidad de Cantabria, en unas prácticas que realizaron.

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- 2-09-2012 | Nereida López Vidales
La inversión publicitaria en televisión decrece en un 16,5%

infoadex

La inversión publicitaria en televisión continúa en caída libre en España. Según Infoadex, el descenso en la inversión en el primer semestre de 2012 con respecto a 2011 es del 16,5%, pasando de los 1.214,6 millones de euros de enero a junio de 2011 a los 1.014,2 millones de los seis primeros meses de este año.

De enero a junio de 2012 ha decrecido en un 14,2% la inversión publicitaria del grupo de las televisiones nacionales en abierto (incluyendo las TDT que son 100% propiedad de una cadena), que ha alcanzado un importe de 917,0 millones de euros, situando su cuota de mercado en el 90,4%.

Mediaset España continúa liderando el volumen de facturación en el primer semestre de 2012, aunque ha experimentado, según Infoadex, un retroceso del 12,4%, alcanzando los 460,1 millones de euros (cuota de mercado del 45,4%).

Por su parte, los ingresos publicitarios del grupo Antena 3 ha decrecido en un 7,9%, con una inversión de 337 millones de euros (33,2% de la ‘tarta publicitaria’).

La mayor caída en la inversión la encontramos en LaSexta, con un descenso en su facturación publicitaria del 33,6% (facturación de 95,0 millones en el primer semestre y una cuota de mercado del 9,4%).

En cuanto a las autonómicas, la inversión se retrae en un 38%, con una facturación en su conjunto de 71,9 millones (cuota de mercado del 7,1%). Los canales de pago decrecen en inversión publicitaria en un 15,0% (con una facturación de 25,2 millones y una cuota del 2,5% del mercado).

Por lo que a la radio respecta, que ocupa el tercer lugar en inversión, facturó de enero a junio 195,8 millones, con una caída del 12,8% sobre el mismo periodo de 2011.

Diarios, segundo medio por su valor absoluto de inversión publicitaria, ha sufrido en el período enero-junio de 2012 una caída del 20,5%, quedándose en una inversión de 369,7 millones de euros.

Las revistas ven caer nuevamente su facturación con un desplome en el primer semestre del 16,1% (con una facturación de 168,1 millones de euros).

En conjunto, la inversión en medios convencionales cayó en el primer semestre de 2012 un 15,6% con respecto a los seis primeros meses del año anterior (con una facturación global de 2.117,4 millones).

La otra cara de la moneda la encontramos en Internet cuya facturación publicitaria en el primer semestre del año alcanzó los 179,5 millones, con un incremento del 5% con respecto a 2011.

vía: www.panoramaaudiovisual.com

- 6-06-2012 | Leire Gómez
¿Qué quieren ver hoy los jóvenes en televisión?

Análisis comparativo por Comunidades Autónomas en preferencias programáticas de televisión.

El diseño de una televisión diferente, más adecuada a los gustos de los jóvenes de hoy, responde no sólo a una diferencia sustancial con respecto al modelo tradicional de generaciones anteriores, sino a contenidos programáticos distintos también según las distintas Comunidades Autónomas del Estado. Los jóvenes de Castilla y León, por ejemplo, son quienes muestran una mayor predilección por visualizar reportajes en la pequeña pantalla; a vascos y andaluces, por su parte, les gustaría que la televisión ofreciese mayor número de espacios de actualidad, información y variedades, mientras que los madrileños confiesan que su parrilla ideal estaría compuesta, sobre todo, por programas de humor, cine y entretenimiento.

En la presente comunicación,  se muestran cuáles son las diferencias y similitudes entre los jóvenes españoles de 14 a 25 años en cuanto a su preferencia en contenidos televisivos, su consumo habitual y la tendencia en cuanto a sus posibles cambios de hábitos en el ámbito de cuatro Comunidades Autónomas: País Vasco, Castilla y León, Andalucía y Madrid. Los resultados de este estudio, cuyas principales conclusiones destacamos a continuación, fueron presentados en XVIII Congreso de la Sociedad Española de Periodística, celebrado en Madrid los días 1 y 2 de junio de 2012.

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A modo de tendencias «en presente»

A pesar de la actual fragmentación de la audiencia por la eclosión de nuevos canales, del mantenimiento de una programación de dudosa calidad y de la multiplicación de nuevos soportes para esos mismos contenidos, la televisión sigue sumando adeptos, también entre los más jóvenes. No obstante, para este target, la televisión ya no constituye su medio preferido para disfrutar de su tiempo de ocio, sino que ha quedado patente su migración hacia el consumo de contenidos audiovisuales en otros soportes, móviles, portables y más flexibles.

1. Internet es su medio favorito para informarse y entretenerse.

Internet se erige como su medio favorito en las cuatro Comunidades Autónomas aquí analizadas –País Vasco, Castilla y León, Madrid y Andalucía-, especialmente entre los más jóvenes (14-17 años): vascos y castellano-leoneses son quienes mayor predilección manifiestan por Internet, con porcentajes superiores al 64%, mientras que en ambos territorios, la televisión no llega a ser señalada por el 10% de los jóvenes encuestados.

2. Son consumidores de redes sociales en dispositivos móviles.

Y es que son, sobre todo, consumidores de redes sociales. En este sentido, según los resultados de la 2ª Oleada del Observatorio de Redes Sociales (febrero de 2010), responden al perfil denominado Trend Follower, jóvenes entre 16 y 25 años, muy activos en Internet, Tuenti, YouTube Fotolog, que usan estas redes como forma de ocio y entretenimiento, obteniendo información de eventos, fiestas o encuentros, pero en cuyo uso y consumo influyen también el actor “moda” y el deseo de reforzar su pertenencia a un grupo de amigos: “Ves a tus amigos que tienen un móvil con Internet y tuenti, facebook… y tú también quieres uno” .De este modo, el deseo de “ver y saber” es más fuerte que el tamaño de la pantalla o su calidad de recepción.

3. El lugar de residencia influye en sus gustos y preferencias.

Los jóvenes de hoy siguen pasando parte de su tiempo libre delante de la pequeña pantalla, mostrando claramente sus gustos y preferencias, aspectos que no sólo responden a cuestiones programáticas objetivas, sino que se mantienen condicionados por el entorno social y político del territorio que habitan. Sin embargo, los formatos televisivos que los jóvenes indican como más vistos no son tan diferentes dependiendo de su lugar de residencia.

4. La ficción seriada, el cine y los realities, sus habituales.

En las cuatro Comunidades Autónomas, los jóvenes señalan la ficción seriada como lo más visto en televisión: así lo ha indicado el 40% de aquellos con edades de 14 y 17 años, entre los que Castilla y León, Madrid y Andalucía destacan por su elección del formato dramedia, mientras los vascos prefieren las sitcom. La ficción seriada ha sido también elegida por el 30% de los que tienen entre 18 a 25 años, donde no distinguen entre formatos y hablan de series de ficción en general. El consumo realizado por los jóvenes en Castilla y León en este caso es el más significativo. En lo que al resto de formatos “más vistos” se refiere, los jóvenes de 14 a 17 años prefieren el cine, docurealities, late shows y concursos, mientras que los de 18 a 25 años ven más documentales y magazines.

5. Ficción, humor y cine, sus preferidos.

Cuando a los jóvenes se les plantea la oportunidad de diseñar su programa ideal, los más jóvenes optan por los espacios de humor y el entretenimiento en las cuatro Comunidades Autónomas, mientras los que ya se han iniciado en la edad adulta señalan los programas de actualidad y entretenimiento. En el primero de los casos, sin embargo, destacan sobre el resto las preferencias recogidas en Euskadi y Castilla y León en lo que respecta a su gusto por los programas cinematográficos y deportivos.

En el segundo grupo de edad es donde más diferencias se encuentran por territorios, dando así respuesta a las particularidades sociales, culturales y lingüísticas con las que cuenta cada una de las Comunidades Autónomas analizadas.

Extracto de la Comunicación presentada al XVIII CONGRESO INTERNACIONAL DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PERIODÍSTICA (SEP): “El oficio del Periodismo: nuevos desafíos” (1 y 2 de junio de 2012).