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30-05-2024 | Ocendi
MAR CABRA: Cómo evitar quemarte en un mundo acelerado, digitalizado y sobreinformado

Autora: Nereida López Vidales.

Mar Cabrera Valero

El bienestar digital es un derecho

Las TIC forman parte indisociable de nuestra vida, tanto en la esfera pública como en la privada. El Tercer Milenio se caracteriza, especialmente, por haber puesto al alcance de los ciudadanos una amplia gama de dispositivos electrónicos conectados que, en principio, tienen como objetivo lograr una mayor efectividad, rapidez y eficacia en las relaciones institucionales, económicas, administrativas o docentes. El problema se plantea cuando esta lógica inunda el entorno personal, familiar y social convirtiendo la eficacia en una hipérbole creíble y autodestructiva. Llegar a todo, estar al día, cumplir con lo que los demás esperan de nosotros y disfrutar de relaciones personales o del trabajo que uno hace se vuelven incompatibles con la libertad del desarrollo individual, disponer de tiempo libre para el ocio o mantener la esfera privada alejada de la presión del yo público o en comunidad. La trampa es la conectividad permanente a la que hemos añadido una diversidad creciente de dinámicas tóxicas en nuestro día a día, dinámicas que el individuo/ciudadano cree que le hacen mejor y asume como pertinentes e incluso obligatorias.

Ahora ser puntual es llegar tarde

Ningún colectivo laboral parece librarse de la deriva hacia una situación emocional de estrés y agotamiento, tampoco los docentes, los investigadores, los periodistas o los estudiantes. En el sector de la Educación, por ejemplo, el riesgo es alto (Maslach y Jakson, 1981). La presión que ejerce el entorno tecnologizado actual -donde la conectividad lo atrapa y condiciona todo- cuando entra en conflicto con altas exigencias profesionales y personales tiene nombre propio: síndrome de desgaste profesional o burnout. La OMS declaró en el año 2000 que este síndrome suponía un factor de riesgo laboral porque afectaba a la calidad de vida del individuo, a su salud mental e incluso a su vida. Desde hace años, se ha ido extendiendo en todos los países, llegando a un 44% de trabajadores que hoy dicen sentirse agotados y “quemados” (Microsoft y Gallup, 2024).

Mar Cabra: “¿Cómo se puede alcanzar el éxito sin sufrir?”

Antes de pensar en cómo resolver el estado físico y sobre todo mental que genera el estrés laboral, la fatiga crónica e incluso el síndrome del impostor que se relacionan con la constante exposición del individuo a públicos y entornos cambiantes y con el aumento de la autoexigencia, hay que preguntarse por qué ahora alcanzar tus objetivos, tener éxito en la esfera pública, producir más e incluso obtener mayores beneficios económicos no conducen a la felicidad o a un estado emocional satisfactorio. “No tenemos una relación saludable con la tecnología (…) Los problemas de salud mental relacionados con el trabajo, el burnout, es una epidemia silenciosa desde hace tiempo (…) Hay que trabajar por la prevención para alcanzar el bienestar digital”. Mar Cabra refiere el cénit de su éxito internacional como periodista ganadora de un premio Pulitzer en términos de sufrimiento, de agotamiento, de estrés permanente. Su situación de vulnerabilidad la recondujo a especializarse en la prevención de problemas relativos a la salud mental en la profesión y creó una fundación, The Self Investigation. Para responder a este objetivo fundamental, Mar Cabra y su equipo ofrecen herramientas de “uso” y pensamiento diario, entre ellas, la procastinación, la gestión del estrés a través del pensamiento crítico sobre la situación individual y la planificación grupal, la observación propia de la energía o la desconexión obligatoria. Se trata de ejecutar actividades tecnosaludables y de medir el tiempo de foco sobre las actividades cotidianas en el ámbito laboral, sin dejarse llevar por la urgencia digital. En el fondo el derecho a la conexión digital conlleva implícito el derecho a la desconexión para poder disfrutar de aspectos vitales más próximos a la autorealización y la satisfacción personales que se encuentran en la esfera privada.