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11-06-2012 | Nereida López Vidales
Deberes de verano, ICuadernos RUBIO

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Post by Fernando Blanco

Hace muchos años, cuando era un enano, un verano me mandaron de deberes para las vacaciones completar un cuaderno Rubio. Pasaron los meses y el cuaderno permaneció escondido en un cajón arrugándose mientras yo lo hacía al sol. El día antes de volver a clase apareció el cuaderno tan arrugado como incompleto y el miedo de que me lo pidieran ensombreció el último día de descanso. Pedí con todas mis fuerzas que no me lo pidieran, no quería que el primer día de clase se convirtiera en el primer día de castigo. Al final, mis deseos se hicieron realidad y el Cuaderno Rubio pasó a mejo vida y yo, pasé a segundo.

Seguro que esta vivencia no es ajena a la gran mayoría de generaciones españolas, los Cuadernos Rubio nos han acompañado en nuestra vida de escolares y han tutelado nuestra ortografía o nos han hecho un poco más amigos de las matemáticas.

Los años no pasan en balde y los chicos de Rubio han dado el salto a las nuevas tecnologías presentando los “iCuadernos by Rubio”, una aplicación para iPad donde podremos comprar a nuestros hijos los famosos cuadernos de Operaciones, Problemas o Educación Infantil.

La aplicación iCuadernos es gratuita pero tan sólo es el contenedor que da acceso a la tienda con las tres secciones temáticas que tienen entre diez y doce cuadernos al precio de 0,79€ por unidad. En los cuadernos de Operaciones y Problemas, matemáticos claro, permiten corregir los resultados según se van haciendo por lo que el miedo a que el cuaderno quede manchado de boli rojo desaparece, pero a cambio, un búho con una regla en la mano recordará al estudiante lo bien o mal que lo está haciendo.

Ahora que llega el verano y que los peques se han convertido en grandes adictos a la pantalla táctil, los padres poseen una nueva arma para que las horas y horas de interacción tecnológica se conviertan en constructivas, los tiempos de los Cuadernos Rubio desvencijados y tachados se convertirán inexorablemente en recuerdos del pasado. Los vástagos de la ministra Fátima Báñez podrán hacer algo decente con el iPad de su madre, sin tener que jugar al Bubble Shoter y publicar los resultados en el Twitter para escarnio de toda la nación.